La deuda de Coto



AHORA CANTABRIA / Santander

Pablo Coto Millán es, junto a Ángel Pazos, uno de los dos únicos aspirantes en las elecciones a rector de la Universidad de Cantabria este 2016. En cambio, Coto es, con diferencia, el que más tiene que esconder con respecto a su pasado en la gestión de fondos públicos. En el breve CV que tanto de él como de su equipo ha difundido su personal de comunicación se ha eliminado un cargo que, no obstante, debería dotarle de peso y prestigio de cara a las urnas: Pablo Coto fue de 2004 a 2010 presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Cantabria. Y no hay rastro en la biografía. El CES era un órgano consultivo, en teoría integrado por profesionales de prestigio, que emitía informes sobre distintas áreas para aconsejar al Gobierno regional. Estaba alimentado con dinero público sacado directamente de los Presupuestos Regionales. Dinero público que Coto gastó en comidas, viajes, helados y litros y litros de alcohol.

Por empezar por ese último dato: La zona de Castelar es un reconocido paseo de Santander en el que, además de admirar los barquitos de Puertochico y la Bahía, uno puede degustar copas y cócteles en locales seguramente no baratos, pero sí de calidad. Pablo Coto era asiduo de uno de ellos, pasando luego la factura al CES. Según evidenció una auditoría interna del propio Gobierno de Cantabria (primero) y la prensa regional (después), en 2008 la factura por copas ascendió a 5.230 euros. Por separado, algunas de esas 'reuniones de trabajo' llegaron a costar a todos los cántabros hasta 390 euros.

Ese ritmo de 2008 (hasta 32.000 euros públicos en comidas y alcohol y 65.000 euros en viajes) no desapareció en los ejercicios siguientes. En plena campaña por el rectorado, Coto se declara hoy un "firme defensor de la conciliación" tras los resultados de las urnas; en el CES, en efecto, demostró ser un hábil 'conciliador' de la voracidad y mal uso del dinero público con quedarse 6 años beneficiándose del cargo de presidente.
Pablo Coto junto al cartel del máster que dirige
Twitter

Modificaciones de crédito no autorizadas por el Pleno del CES, dietas que sobrepasaban lo contemplado por la normativa, gastos plurianuales comprometidos sin que hubiera partida prevista para ellos, numerosas deficiencias contables... Las irregularidades cometidas por Coto no tuvieron fin hasta noviembre de 2010. Antes, en 2009, el aspirante a rector de la UC agotó por completo la partida del CES que presidía destinada a "Representación y protocolo": casi 25.000 euros.

¿Puede haber más? Sí: 60 euros diarios en alquiler de vehículos con chófer y unos 7.000 de consumo en dos teléfonos móviles. Todo en beneficio del máximo responsable de un cargo 'honorífico', elegido a dedo, que supuestamente debe ayudar a tomar las decisiones correctas a las instituciones cántabras. Bien. Coto llegó a pasar al CES tickets de helados.


Coto en la UIMP

UIMP
En el último trimestre de 2010 todos estos datos saltaron a la prensa. Pero aún hubo tiempo para dos historias más que hablan muy a las claras de la responsabilidad con la que se toma Coto sus cargos con dinero público: las dos se sitúan en el contexto de un escenario muy del gusto del aspirante a rector, cenas de alto standing.

Hay que ponerse en el estado de la actualidad cántabra de la época: los lectores llevaban algunos días amaneciendo escandalizados por tamaños gastos y semejante descaro en mitad de la crisis. Coto se pone en contacto con el director del medio que estaba revelando facturas, gastos y auditorías. Por mediación de un periodista, conocido común, le invita a cenar. Intenta acercar posturas y, como ejemplo de su 'buen hacer' y 'mejor voluntad', le informa de que aunque previsiblemente la cuenta de la cena sumará más de los 30 euros que el CES cubre por comensal en comidas de trabajo, él invitará, pagando de su bolsillo la diferencia.

Era un buen restaurante de Santander. Tres comensales. La cuenta salió por 270 euros. Días más tarde, el medio de comunicación se hizo con la nota de gasto interna de la comida archivada por el Consejo Económico y Social: Coto había declarado ante el CES que se reunieron 9 personas. Sí. 9x30=270. Todo fue a cargo de los cántabros.


La factura de la cena de 3 comensales en la que

Coto consignó 9 para no pagar nada de su bolsillo
Así las cosas, al ahora aspirante a rector le dio la espalda todo el mundo. El Gobierno PRC-PSOE admitió las irregularidades, miembros del CES también se desvincularon de la gestión de Coto y por supuesto la sociedad y los medios condenaron sus prácticas. Incluso el oscuro presidente de la CEOE por entonces, Miguel Mirones, aseguró que el presidente del CES debería "responder por lo que había hecho".

Antes de su cese por parte del Ejecutivo el 18 de noviembre de 2010, todavía hubo tiempo para más. De nuevo nos situamos en el maremágnum de una polémica diaria, política, social y parlamentaria. Previendo su final, Pablo Coto se despidió 'a lo grande'. De nuevo en un reconocido restaurante de la región, degustó junto a otro comensal un delicioso besugo de kilo y medio de peso. La factura de la cena ascendió, con vino y demás 'adorno', según publicó la prensa regional, a 123,88 euros. Fue pagada por el CES. Cinco días después el consejero de Industria del Ejecutivo regional le comunicaba a Coto vía telefónica que el Consejo de Gobierno acordaría su destitución en unas horas.

Pablo Coto Millán quiere ser a partir de marzo de 2016, rector de la Universidad de Cantabria.

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